Los investigadores de Novosibirsk hicieron un descubrimiento sin precedentes. En su opinión, los huevos de gallina están dotados de la capacidad única de acumular anticuerpos en sí mismos que pueden neutralizar el peligroso virus del Ébola africano.
Los desarrollos en esta dirección se llevaron a cabo sobre la base del Centro Novosibirsk de Virología. Los expertos enfatizan que los huevos de las gallinas pueden retener anticuerpos que neutralizan no solo el ébola, sino también la fiebre de Marburg. Ambos virus patógenos pueden matar a cientos de miles de personas, demostrando su potencial más de una vez con epidemias a gran escala.
“El sistema inmune de los pollos está construido de una manera especial. Los anticuerpos se acumulan en ellos no solo en la composición de la sangre, sino también en las yemas de huevo, explican los investigadores. - Logramos encontrar una forma de aislar los anticuerpos de las yemas y observamos cuán efectivamente estos anticuerpos suprimen las inclusiones pseudovirales. ¡El resultado fue abrumador! Los anticuerpos de los huevos han tratado con éxito los pseudovirus ".
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"Realizamos experimentos en pollos para verificar si se forman anticuerpos en las yemas para combatir el seudovirus. El resultado del trabajo dio la esperanza de que pronto seremos capaces de encontrar una oposición seria dirigida a combatir las fiebres exóticas ”. En este momento, los científicos de Novosibirsk están desarrollando un laboratorio especial en el que será posible llevar a cabo el desarrollo y experimentos efectivos.
Recordemos que el primer brote de ébola se registró hace medio siglo en el territorio de la actual República del Congo (África). Como resultado de la epidemia, miles de africanos murieron. Un patógeno similar, la fiebre de Marburg, infectó a muchas personas en todo el planeta en 1967. Fue entonces cuando los monos infectados de Uganda traídos a Alemania propagaron el virus entre los europeos. A finales de 2013 surgió uno de los últimos brotes de ébola a gran escala. Fue entonces cuando los empleados de los laboratorios Novosibirsk se mostraron por primera vez como combatientes ardientes contra un virus peligroso, después de haber desarrollado una vacuna eficaz para curar la fiebre.